El retinógrafo es una prueba no invasiva que mediante una fotografía nos permite observar el fondo de ojo.
Esta prueba se realiza con el fin de detectar alteraciones en el fondo de ojo y prevenir posibles enfermedades.
Nosotras siempre enviamos estas fotos junto a otras pruebas realizadas en la óptica a un centro oftalmológico para que nos hagan un diagnóstico detallado.
PACIENTES MÁS PROPENSOS A SUFRIR ALTERACIONES:
- Mayores de 60 años
- Diabéticos
- Pacientes con miopía elevada
- Antecedentes de glaucoma
- Antecedentes de degeneración macular
- Hipertensos
- Fumadores
- Pacientes con tensión ocular elevada
Aunque todos los pacientes de todas las edades pueden realizarse esta prueba, ¡Más vale prevenir que curar!